Los dos sufrieron los retrasos de los pagos del ERTE y eso provocó que no pudieran hacer frente a los préstamos que tenían
El Juzgado Mercantil número 4 de Palma de Mallorca ha perdonado una deuda total de 96.439 euros a un matrimonio, vecino de Ciutadella de Menorca, que no pudo hacer frente a los préstamos que tenía debido a los retrasos en los pagos del ERTE iniciados con la crisis del coronavirus, generándose así una deuda que no pudo asumir. De este modo, el juez exonera de un pasivo insatisfecho de 53.805 euros a L. A. G. F, mientras que la exoneración de R. S. A. es de 42.634 euros.
En cuanto a los hechos, estos se remontan a los inicios de la pandemia por el Covid-19. Hasta ese momento, el matrimonio tenía un nivel de vida estable, obteniendo unos ingresos que le permitía subsistir cómodamente. Esto los animó a adquirir un vehículo. El hombre se dedicaba al sector de la hostelería, mientras que la mujer trabajaba a tiempo parcial en un supermercado.
A finales del 2019, al estar sus trabajos estrechamente relacionados con el ocio, el sector más afectado por la crisis derivada de la pandemia, la economía familiar cayó en picado. Incluso, estuvieron unos meses sin cobrar el ERTE y tuvieron grandes dificultades a la hora de encontrar un nuevo trabajo, «lo que supuso una enorme traba a la hora de hacer frente a las distintas deudas que habían contraído cuando su economía se lo permitía», explica la socia fundadora del despacho Bergadà Asociados, ubicado en Agramunt (Lleida), y abogada que ha llevado el caso, Marta Bergadà.
En este sentido, la mujer, R. S. A, argumenta que «la pandemia fue algo totalmente imprevisible. A los dos nos pusieron en un ERTE y durante tres meses estuvimos sin cobrar. De hecho, posteriormente, sólo empecé a percibir dinero yo y llegó un momento en el que la situación fue insostenible, porque era pagar las deudas o comer«. Además, tienen una hija y «era muy preocupante ver que cada vez era más complicado comprar su comida». Incluso, la familia se vio obligada a dejar el piso que tenía alquilado y se fue a vivir con un familiar para minimizar los gastos.
Asimismo, la situación se complicó cuando decidieron solicitar varios préstamos rápidos con intereses abusivos para hacer frente a las deudas acumuladas. «Pensábamos que aquella era una solución, pero no fue así, porque todo fue a peor, ya que las deudas pasaron a ser todavía más grandes». Finalmente, tomaron la decisión de intentar pagar sólo los préstamos del vehículo, y dejar de abonar las cantidades pendientes de los créditos rápidos con intereses abusivos «porque nos estaban agobiando».
Llegados al 2020, la mujer se puso a indagar en posibles soluciones. Contacto con varios despachos de abogados, «los cuales no me dieron ninguna confianza», hasta que finalmente conoció a Bergadà Asociados y a Marta Bergadà. «Empecé a leer sobre ella y todos los clientes decían que transmitía mucha tranquilidad y que su caso se había resulto muy bien», explica la mujer. No obstante, «pese a tener el agua al cuello decimos esperar a que cambiara la Ley de la Segunda Oportunidad, ya que en nuestro caso era más propicia la reforma».
De este modo, el pasado mes de febrero, y tras la reforma de la ley, se produjo la primera toma de contacto entre la familiar balear y el despacho ubicado en la localidad leridana de Agramunt. «Fue una suerte dar con ella y con su equipo, porque siempre nos han transmitido mucha tranquilidad«, comenta la mujer. Por su parte, Marta Bergadà recuerda que «la pareja estaba en una situación límite provocada por esas deudas que tenían y que les estaban agobiando». Rápidamente, el equipo de Bergadà Asociados se puso a trabajar en el caso.
La gran noticia llegó a principios de este octubre, cuando el magistrado el Juzgado Mercantil número 4 de Palma de Mallorca emitía el Auto en el que aplicaba la Ley de la Segunda Oportunidad al matrimonio y le exoneraba del pasivo insatisfecho. «Cuando nos llamó Marta Bergadà para comunicarnos el perdón de las deudas estábamos juntos y no nos lo podíamos creer. Nuestra vida ha dado un cambio total. Estuvimos inmersos en una dinámica muy negativa de acontecimientos y deudas, pero ahora todo ha cambiado. Además, esta buena noticia vino acompañada de otras, como son que tanto yo como mi marido tenemos un trabajo estable durante todo el año», comenta la mujer.
En esta línea, matiza que «ahora podemos respirar con mucha más tranquilidad. Llegó un momento en el que sufrí momentos de pánico y de ansiedad, teniendo que ir a psicólogos y psiquiatras, pero todo está empezando a cambiar», comenta la clienta de Bergadà Asociados. «Para nuestra familia Marta Bergadà y su equipo han sido el mayor regalo que podíamos tener», por lo que «ahora esperamos poder reponernos económicamente y hacer realidad el sueño de poder vivir en nuestra casa, sin tener que estar en la de un familiar, como lo hacen casi todas las familias», concluye.
Por su parte, Marta Bergadà comenta que «la crisis de la pandemia afectó de lleno al sector de la hostelería y la restauración, y a día de hoy todavía hay muchas personas que están sufriendo las consecuencias. Todas ellas tienen que saber que, sin son deudores de buena fe, pueden acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad para volver a ver el futuro con mucho más optimismo».
