Le dijeron que lo adquiriera para ayudar a un comprador, pero era falso, y esto, junto a la crisis inmobiliaria, le obligó a cerrar su negocio.
El juzgado de primera instancia número 6 (mercantil) de Lleida ha perdonado una deuda de 197.251 euros a un vecino de Agramunt, P. M. P., el cual fue engañado con la compraventa de un piso y, a raíz de la deuda asumida, sufrió varios embargos que le obligaron a cerrar el negocio que tenía como pintor.
De este modo, el juez aplica la Ley de la Segunda Oportunidad y exonera al hombre, cliente de Bergadà Asociados, del pasivo insatisfecho, siendo éste un procedimiento que se ha resuelto en apenas cuatro meses.
En cuanto a los hechos, los problemas se originaron en el 2007 cuando una tercera persona le convenció que podía invertir en la compra de una vivienda y, tras unos meses, podría revenderla a un interesado que en ese momento no podía adquirirla pues no tenía liquidez para hacer frente a los gastos de la hipoteca, iba a perder la paga y señal entregada y, por lo tanto, se iba a quedar sin la vivienda y si la posterior venta.
De este modo, el cliente de Bergadà Asociados decidió ayudarle firmando la compra del inmueble convencido de que en unos meses el interesado inicial la adquiriría. «Pero fue todo un engaño, puesto que no existía comprador y no había entregado ninguna cuantía, quedándome sin un dinero que le habían dejado y con una gran hipoteca«.
Paralelamente, P. M. P., tenía una empresa de pintura y debido a los embargos que empezó a sufrir, por no poder hacer frente a la hipoteca de esa vivienda, junto con la crisis inmobiliaria que se originó entre 2007 y 2008 empezó a sufrir impagos de las promotoras y tuvo que cerrar. «No obstante, estuve peleando hasta el último momento y siempre pagué a la Seguridad Social, a Hacienda y a mis trabajadores. Llegué a tener una deuda de unos 400.000 euros«, comenta.
Tras ello, la vivienda fue ejecutada y subastada, pero quedó «un importante saldo vivo sin pagar, además de las cuotas de la comunidad de propietarios. De hecho, tenía multitud de embargos lo que no le han permitido rehacer su vida y empezar de nuevo con su actividad de pintor», explica la abogada que ha llevado el caso y socia fundadora de Bergadà Asociados, Marta Bergadà.
Incluso, P. M. P. expone que «durante los últimos años he vivido de las ayudas de familiares y amigos que, además, también me han permitido ayudar en la alimentación de mi hijo, ya que a raíz de toda esa situación afectó a mi matrimonio y me divorcié de mi esposa».
En busca de la solución a su situación
Ahogado por la insolvencia que tenía, el pasado mes de febrero el hombre decidió contactar con Bergadà Asociados para encontrar una solución definitiva a una situación que le había llevado a la precariedad absoluta. «Al vivir en Agramunt, hace unos 30 años que conozco a Marta Bergadà. De hecho, en más de una ocasión me ha ayudado y se ha portado de maravilla conmigo en los últimos años. Cuando la situación ya era límite le pregunté si me podía acoger a la Ley de la Segunda Oportunidad y su equipo rápidamente se puso a trabajar en mi caso», recuerda.
De este modo, tras realizar el correspondiente estudio en Bergadà Asociados vieron que era posible la exoneración del pasivo insatisfecho. Así, se inició todo el procedimiento y en unos cuatro meses el juez del juzgado mercantil de la capital del Segrià emitía el correspondiente auto en el cual le perdonaba la deuda de 197.251 euros. «Todo ha ido muy rápido. De hecho, cuando me llamó para comunicármelo no me lo creía y me emocioné. Conozco a gente en situaciones de insolvencia que están con otros abogados que en dos años no les han solucionado nada, por eso les recomiendo que vayan a Bergadà Asociados y les expongan su caso», comenta.
También reflexiona que «ahora estoy mucho más tranquilo, sobre todo después de unos 12 años de sufrimiento constante por los bancos y empresas que trabajan para ellos agobiándome con numerosas llamadas a todas horas para que hiciera frente a las deudas». Y añade que «tengo 57 años y ahora puedo volver a vivir con tranquilidad y recuperar la vida que tenía. Ahora el futuro lo veo diferente«.
De hecho, el cliente de Bergadà Asociados concluye diciendo que «conozco a mucha gente que a lo largo de los años me ha ayudado de muchas maneras. Incluso, me dejaron un piso en el que estoy viviendo y en breve empezaré a trabajar por cuenta ajena para un empresario de la zona que también me conoce. También quiero reconocer que para mí Marta Bergadà es un ángel que me ha salvado la vida«.
Por su parte, la abogada y socia fundadora de Bergadà Asociados explica que «en numerosas ocasiones las personas acuden al despacho cuando ya no encuentran ninguna salida a su situación y tras muchos años de sufriendo«. Asimismo, añade que «esto se debe a un desconocimiento de la existencia de la Ley de la Segunda Oportunidad o a que, en ocasiones, los deudores, han estado mal aconsejados».
Por ello, «todas aquellas personas que se encuentran en una situación de insolvencia no tienen que dejar pasar el tiempo, porque las deudas les van a ir agobiando cada vez más. Esta ley es muy clara al señalar que si son deudores de buena fe se puede encontrar una solución y la muestra está en que constantemente estamos consiguiendo para nuestros clientes en dificultades económicas, exoneraciones del pasivo insatisfecho gracias a ella».
Además, puntualiza que «es importante que la ley sea rápida con estos procedimientos, ya que es la única manera que todas aquellas personas endeudas que se acogen a la Ley de la Segunda Oportunidad puedan volver al circuito económico y, a su vez, generar riqueza para el país».